CLÁSICOS DEL INSTITUTO CARO Y CUERVO MIGUEL ANTONIO CARO Y RUFINO JOSÉ CUERVO I
CLÁSICOS DEL INSTITUTO CARO Y CUERVO MIGUEL ANTONIO CARO Y RUFINO JOSÉ CUERVO INSTITUTO CARO Y CUERVO 2019 GRAMÁTICA DE LA LENGUA LATINA PARA EL USO DE LOS QUE HABLAN CASTELLANO ÍNDICE GENERAL • • GRAMÁTICA DE LA LENGUA LATINA Inicio Contenido Volver Salir © Instituto Caro y Cuervo © 2019 ISBN: 978-958-611-361-8 (libro digital) Instituto Caro y Cuervo Calle 10 N.° 4-69 Casa Cuervo Urisarri Bogotá, Colombia 2019 Hecho en Colombia T odos los derechos reservados. Inicio Contenido Volver Salir miguel antonio caro y rufino josé cuervo bogotá 2019 Clásicos del Instituto Caro y Cuervo gramática de la lengua latina para el uso de los que hablan castellano Inicio Contenido Volver Salir Inicio Contenido Volver Salir I HISTORIA DE LA GRAMÁTICA En 1867 Miguel Antonio Caro y Rufino José Cuervo publicaron su Gramática de la lengua latina para el uso de los que hablan castellano1. Tenía el primero 24 años y el segundo 23, y regentaban ambos una cátedra en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario de Bogotá. Caro de filosofía2 y Cuervo de latín. Inútil sería repetir aquí datos biográficos de nuestros autores, o entrar en detalles acerca de la fraterna amistad que los unía desde la infancia. Al respecto puede el lector consultar con especial pro vecho los estudios de José Manuel Rivas Sacconi sobre Caro y de Fernando Antonio Martínez sobre Cuervo3. El lamentable estado que por esa época padecía la enseñanza del latín en Colombia, la falta de buenos textos en español y el deseo de mejorar tales circunstancias movieron a nuestros jóvenes autores a escribir un texto de latín “destina do privativamente a los que hablan castellano” , en el cual procuraban armonizar el vuelo que había tomado la ciencia filológica con un método de exposición “allanado al alcance de las inteligencias incultas”4. Apoyándose con sano criterio en las gramáticas latinas de 1 La impresión quedó terminada en diciembre de 1867, pero había comenzado en los primeros meses del año. Los pliegos impresos circulaban a medida que salían de la imprenta y eran empleados por Cuervo en su clase de latín. Esto lo sabemos por algunas cartas de Samuel Bond dirigidas a Caro, de las que hablaremos más adelante, y por una de Cuervo a Luis María Lleras, del 13 de abril de 1868, de la que extractamos el siguiente párrafo: “Le agradezco sobremanera el parabién que me da por el privilegio para la publicación de la Gramática Latina […]; en cuanto al trabajo de redacción ya está hace mucho concluído, pero nos falta el rabo por deshollar: la publicación; la corrección de pruebas es lo más atroz, pero con todo ya también se le va dando fin. Tenemos siete pliegos o entregas publicadas, y desde que salió el primero están estudiando los muchachos por esa gramá tica”. Cfr. Jorge Páramo Pomareda, Una carta inédita de Cuervo y el origen de las “Apuntaciones”, en BICC, XXV, pág. 225. 2 Cfr. Víctor E. Caro, La juventud de don Miguel Antonio Caro, en A la sombra del alero, Bogotá, 1964, pág. 103. En Miguel Antonio Caro, Obras, t. I, Bogotá, Instituto Caro y Cuervo, 1962, págs. 279- 293, están publicados los programas de filosofía elemental que Caro desarrollaba en el Colegio del Rosario en 1867 y 1868. 3 José Manuel Rivas Sacconi, El latín en Colombia, Bogotá, Instituto Caro y Cuervo, 1949, págs. 347-418. Fernando Antonio Martínez, Estudio preliminar, en Rufino José Cuervo, Obras, t. I, Bogotá, Instituto Caro y Cuervo, 1954. 4 Cfr. Prólogo a la primera edición, pág. 7. Inicio Contenido Volver Salir VIII jorge páramo pomareda Burnouf y de Key5 y en la castellana de Andrés Bello, lograron componer una obra de grandísimo mérito en su época y en su medio, y de valor y utilidad notables to davía hoy. Origen El punto de partida de la Gramática de Caro y Cuervo debe buscarse en la obra de Burnouf, de cuya traducción española hecha en Caracas poseía Caro un ejemplar que estudió y anotó con bastante cuidado6. No es difícil suponer que nuestros jóvenes lati nistas, ante la necesidad de redactar un texto de latín para la enseñanza en el Colegio del Rosario, decidieran rehacer el de Burnouf, que por su claridad y brevedad cumplía las condiciones básicas de un buen método de lengua latina, y, además, era empleado, al pa recer con éxito, en la vecina república de Venezuela. No se piense, sin embargo, que se limitaron a hacer una mera adaptación o refundición de la obra francesa. El libro de Burnouf fue verdaderamente reelaborado desde un punto de vista nuevo: la doctri na gramatical de Bello y la constante comparación de estructuras lingüísticas latinas y españolas7. A partir de aquí nuestros autores consiguieron realizar una Gramática más exacta en su descripción del latín, más coherente y correcta en sus explicaciones y más moderna que la del autor francés, en cuanto que supieron aprovechar, hasta cierto punto, los resultados de la ciencia lingüística de su tiempo. Pero en el fondo la obra mantiene la estructura fundamental de la de Burnouf y los materiales básicos son los que aparecen recogidos en la gramática francesa, es pecialmente los aprovechados en la morfología8. En esta, llamada ‘analogía’ según el 5 Sobre J. L. Burnouf véase la nota siguiente. El libro de T. Hewitt Key es A Latin Grammar. With new corrections and additions. London, Bell & Daldy. Varias ediciones. Hemos podido consultar solamente la de 1871. 6 Método para estudiar la lengua latina, por J. L. Burnouf, Miembro del Instituto, Profesor de Elocuencia Latina en el Colegio Real de Francia, Inspector General Honorario de Estudios. Traducido por Manuel Antonio Carreño y Manuel Urbaneja. Obra adoptada por la Universidad de Caracas y por la Dirección General de Instrucción Pública. Caracas, 1849. El ejemplar que posee la Biblioteca del Instituto Caro y Cuervo fue propiedad de Miguel Antonio Caro y su firma aparece en varios lugares del ejemplar; en la página 371, acom pañada por la fecha 1858. Hay correcciones y notas manuscritas de Caro en las págs. 7, 10, 11, 32, 35, 186, 200, 316 y 353. 7 Este principio se basa, a su vez, en una profunda y acertada idea de Bello, que Caro y Cuervo impri mieron en la portada de su libro: “dada una lengua, no debe ser una misma su gramática para los extranjeros de diversas naciones”. (En las obras gramaticales de Bello, esta idea no aparece formulada en el modo citado, pero corresponde a lo que dice el maestro caraqueño en el segundo párrafo del Prólogo a su Gramática de la lengua castellana. De esto colegimos que Caro y Cuervo resumieron la idea de Bello y la acuñaron en la forma epigrá fica en que la citan.) Quizás también el punto de partida de la comparación del latín con el castellano haya que verlo en la gramática de Burnouf, donde leemos (trad. venezolana, pág. 165): “En una y otra parte [de la sinta xis] las reglas serán deducidas de los ejemplos, haciendo de manera que una comparación continua de los dos idiomas presente el medio de traducir alternativamente del latín al castellano y del castellano al latín”. 8 No faltan, aunque tampoco abundan, las explicaciones tomadas de Burnouf casi a la letra. Véase un caso. El párrafo 24 de Burnouf dice: “El adjetivo calificativo es una palabra que añade al sustantivo la idea de una cualidad o un modo de ser. Si se dice: Bonus pater, bona mater, bonum exemplum, boni patris, bonae matris, boni Contenido Volver Salir IX estudio preliminar uso de la época, se incluye el estudio de las formas de las partes de la oración, en este orden: sustantivo, adjetivo, verbo, adverbio, preposición, conjunción e interjección. Este orden es el mismo de Burnouf, pero aquí no hay todavía nada que demuestre específicamente la conservación de la estructura burnoufiana. Esta aparece, en cam bio, en el tratamiento de los pronombres, cuya ausencia del conjunto de las partes de la oración, como clase en sí, es significativa. Caro y Cuervo los consideran adjetivos y, en consecuencia, los colocan dentro del capítulo dedicado al adjetivo. Es cierto que se trata de los demostrativos, indefinidos, interrogativos y posesivos, cuya fun ción primaria de modificadores del sustantivo los iguala a los adjetivos llamados ca lificativos. Pero se incluyen también aquí los relativos y los personales, y este hecho no puede explicarse sino por el seguimiento de la ordenación y concepción especial de estos elementos que aparece en la gramática de Burnouf. Para este, en efecto, el relativo es, en primer lugar, un “adjetivo conjuntivo” que sirve para unir, en una ora ción compleja, dos conceptos, el segundo de los cuales se da como calificación del primero, que está expresado por medio de un sustantivo. En segundo lugar, un “pro nombre”, pues representa al sustantivo que le sirve de antecedente. Su explicación es, textualmente, la siguiente: “Esta frase: ‘Dios, que ha creado el mundo, es todopode roso’, expresa dos pensamientos: 1.º Dios es todopoderoso; 2.º y este Dios ha creado el mundo. uploads/s1/ gramatica-lengua-latina.pdf
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- Publié le Nov 17, 2022
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