Falsos amigos adjetivales Marta Galiñanes Gallén Universidad de Sassari Italia

Falsos amigos adjetivales Marta Galiñanes Gallén Universidad de Sassari Italia Introducción En el capítulo LXII de la segunda parte de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, don Quijote, al hablar de la traducción, afirma: " Cuerpo de tal - dijo don Quijote -, y qué adelante está vuesa merced en el toscano idioma! Yo apostaré una buena apuesta que adonde diga en el toscano piace, dice vuestra merced en el castellano place; adonde diga piú, dice más, y el su declara con arriba, y el giú con abajo". (Pág. 659) Desgraciadamente, don Quijote hubiera perdido la apuesta, porque ni piú se traduce siempre con “más”, ni su con "arriba", ni giú con "abajo". Éste es el problema de los falsos amigos o falsas analogías, "palabras que por el significante se parecen a palabras de otra lengua, pero difieren de ellas en el significado" (García Yebra, 1994:347) o, con otra definición, según mi opinión, más completa, "mots qui se corresponden d'une langue l'autre par l'etymologie et par la forme, mais qui ayant évolu‚ au sein de deux langues et, partant, de deux civilisations différentes, ont pris des sens différents" (Vinay-Darbelnet, 1977:71). Los falsos amigos constituyen una de las más graves interferencias lingüísticas que se pueden encontrar en la traducción, ya que originan graves errores de significado, literalismo e ininteligibilidad. Por lo tanto, el traductor tiene que tener mucho cuidado con ellos, porque al atribuir Localice en este documento Buscar Page 1 of 8 Marta Galiñanes Gallén: Falsos amigos adjetivales -nº 32 Espéculo (UCM) 08/04/2011 http://www.ucm.es/info/especulo/numero32/famigos.html a una palabra un significado erróneo, apartándose del verdadero, impide la comunicación que se establece con el lector, que ignora el error cometido. Su aparición es mayor cuando se trabaja con lenguas que pertenecen a un mismo ámbito lingüístico, pero crece exageradamente cuando se trabaja con lenguas tan parecidas formalmente como lo son el español y el italiano. Esta semejanza es un grave problema, ya que el mayor obstáculo para el aprendizaje de una lengua extranjera lo constituyen las interferencias que la L1 ejerce sobre la L2. A la hora de realizar este análisis, no he querido limitarme a los falsos amigos que presentan una igualdad o semejanza en el significante y son distintos en el significado, sino que, al concebir la lengua, fundamentalmente, como un instrumento de comunicación, he querido estudiar el sentido que una palabra adquiere en un contexto. Cuando usamos una palabra, al significado nuclear de ésta, más o menos preciso, se suman otras significaciones. De éstas, unas proceden por contigüedad o por evocación de otras palabras con las que están asociadas, tanto en el plano sintagmático como en el paradigmático; otras proceden de las llamadas connotaciones que en un ámbito social determinado suscitan ciertas palabras, connotaciones que tienen un sentido distinto o que encierran una referencia a una situación, a un medio social, a una corriente literaria, a una época más remota, etc., con la que se identifica esa palabra; por último, otras proceden de la frecuencia relativa de la palabra, que puede marcarla como rara o trivial. Todos estos sentidos que una palabra puede adquirir en un determinado contexto, no es corriente que aparezcan también acompañando a la palabra llamada a hacer las veces de aquélla en el texto traducido. Por esta razón, me he visto obligada a pasar, primero, del contexto al diccionario en el afán de buscar equivalencias, para volver inmediatamente después al dominio del habla, ya que el objeto de este trabajo es señalar las diferencias de sentido que se dan entre los adjetivos de ambas lenguas, adjetivos que, aparentemente, tendrían que tener el mismo significado o, al menos, parecido. Para elaborar la clasificación de los falsos amigos he tenido en cuenta, en primer lugar, la etimología de los adjetivos que confrontaba. De este modo, he obtenido dos grandes grupos: falsos amigos (a partir de ahora F.A.) con etimología distinta, grupo formado normalmente por los F.A. semánticos y algunos casos de homonimia, y F.A. con la misma etimología. Establecer una subdivisión de los F.A. con igual etimología ha resultado un poco difícil debido a la categoría gramatical de mi estudio. Al ser el adjetivo la palabra encargada de calificar, de describir y de determinar presenta una gran variedad de matices difíciles de aprehender, que otras categorías, como el sustantivo, no presentan. A pesar de esto, he dividido los F.A. de igual etimología en tres grupos: F.A. puros, F.A. impuros y, los más frecuentes, los F.A. parciales, en los que en mayor o menor grado hay, como su nombre indica, una parcial coincidencia de significado.También he recogido los que, aunque no son F.A., se comportan como tales, ya que en una de las dos lenguas encierran una carga negativa que en la otra lengua no se presenta como, por ejemplo, promiscuo, en español. Por otra parte, he dedicado especial atención a la frecuencia de uso de los distintos términos estudiados, porque es uno de los criterios que nos permite juzgar cuál es el empleo apropiado de una palabra. Así, hay usos que pueden ser temporales, pasajeros como la moda; además, el uso de una época puede perder su vigencia en otra. Es la sociedad la que rechaza o da vigor a un uso. De ahí que muchos vocablos del diccionario hayan perdido vigencia total, o, por lo menos, en ciertos campos. a) Falsos amigos con distinta etimología: Falsos amigos semánticos Dentro de los F.A. con etimología distinta, encontramos los llamados F.A. semánticos, es decir, palabras que no siempre presentan una gran semejanza formal, pero que originan gran confusión porque creemos que la palabra extranjera cubre los mismos significados que la palabra de nuestra lengua materna. Cuando estudiamos una lengua extranjera, se nos dice que tal palabra se corresponde con otra palabra determinada de nuestra lengua, por lo que pensamos, erróneamente, que la traducción de una lengua a otra de estos dos términos es automática en todos los contextos. Esto es lo que ocurre con formas como la pareja nessuno/ ninguno, con un primer elemento procedente de la forma latina ne ipse unus, mientras que el español procede de nec unus. En este último caso, los dos adjetivos coinciden en ambas lenguas cuando se refieren a la falta o a la ausencia total de una cosa, normalmente expresada por el nombre a que se aplica: No tengo ningún libro; pero son dos palabras que no se cubren mutuamente en toda su extensión semántica. Así, nessuno puede utilizarse con el valor de qualche, qualcuno, especialmente en frases interrogativas y dubitativas, mientras que el español sólo puede usar alguno o alguien: C'è nessuno? / ¿¨Hay alguien?. Por otra parte, en español puede aparecer ninguno con el valor del artículo indeterminado "un": No soy ningún imbécil, mientras que el italiano usa directamente el indeterminado: Non sono un cretino. Otras veces, ninguno equivale a "un", "cualquiera", "todo", siempre con un valor Page 2 of 8 Marta Galiñanes Gallén: Falsos amigos adjetivales -nº 32 Espéculo (UCM) 08/04/2011 http://www.ucm.es/info/especulo/numero32/famigos.html positivo: Lo más desacertado que ningún hombre puede hacer, mientras que el italiano carece de esta posibilidad y vuelve a traducir con el indeterminado: la cosa piú sbagliata che un'uomo possa fare. b) Falsos amigos con igual etimología 1. Falsos amigos puros Los F.A. puros son los que, partiendo de una misma etimología, presentan hoy en día una igualdad o una gran semejanza formal, pero su significado es completamente distinto. Generalmente, son los F.A. que plantean menos problemas a la larga, ya que son palabras que engañan la primera vez que aparecen, pero, al no tener ningún rasgo semántico en común, el traductor o el estudiante captan rápidamente la diferencia de significado y es difícil que caigan nuevamente en la trampa. Tres parejas típicas de los F.A. puros son abusivo/ abusivo, distinto/ distinto y primordiale/ primordial. Abusivo, en italiano, presenta dos acepciones. La primera es "fatto senza averne diritto, contro il disposto della legge" [1]; la segunda, "detto di chi esercita un'attivitá senza la necessaria autorizzazione". Ambas acepciones se traducen en español con “ilegal” o “en negro”. Por su parte, el abusivo español "se aplica a lo que constituye un abuso", mientras que este valor, en italiano, lo traducen otros adjetivos como ingiusto, eccesivo, pero nunca abusivo. La pareja distinto/ distinto es un poco más complicada. El diccionario, en la voz distinto nos da las siguientes acepciones: "particolarmente dignitoso ed elegante" y "degno di grande stima e rispetto". Estas dos acepciones no se traducen en español con distinto, sino con “distinguido”. Así, Il nostro distinto professore se traduciría en español por Nuestro distinguido profesor. Por el contrario, el distinto español traduce en sus tres acepciones el italiano diverso, acepciones que cubre con mayor frecuencia que el adjetivo “diverso”, hasta ahora poco usado en la lengua común. Otra pareja que lleva a engaño es la formada por primordiale/ primordial. Primordiale en italiano puede significar el estado original, inicial de algo, y un estado de vida retrasado, no desarrollado, primitivo: Vivere allo stato primordiale / Vivir en estado primitivo; Ricostruire la forma primordiale / Reconstruir la forma uploads/Geographie/ galinanes-gallen-falsos-amigos-adjetivales.pdf

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