Scire. 10 : 1 (en.-jun. 2004) 121-144. Apuntes para una historia de la cataloga

Scire. 10 : 1 (en.-jun. 2004) 121-144. Apuntes para una historia de la catalogación internacional en los siglos XIX y XX Ignacio López Guillamón Universidad de Extremadura (España) Biblioteca Central (Badajoz) 0.1. Resumen Se presenta una revisión bibliográfica de la catalogación en los dos últimos siglos. El objetivo es mostrar cómo se ha formando el concepto de catalogación internacional a partir, primero, de la idea de cooperación entre bibliotecas; y, segundo, a partir de la normalización de los procedimientos de catalogar. Se presenta el desarrollo de los códigos de catalogación que mayor influencia han ejercido en este proceso, así como las personas, instituciones y asociaciones pro­ fesionales que han marcado las pautas de esa evolución. Si hoy es posible hacer una catalogación más allá de fronteras idiomáticas es porque desde hace más de dos centurias se han ido sumando iniciativas en aras de conseguir un código de catalogación internacional. Palabras clave: Descripción bibliográfica. Catalogación internacional. Historia. Códigos de catalogación. Normalización bibliográfica. 0.2. Abstract An evolution of cataloguing in the last two centuries is presented. The object is to show how the concept of international cataloguing originated in the idea of cooperation among libraries and the normalization of cataloguing procedure. The cataloguing codes that have exerted more influence in this process have been studied, considering the persons, institutions and professional institutions that have guided this evolution. A cataloguing practice beyond idiomatic frontiers is nowadays possible because for more than two centuries different initiatives have been added in order to obtain an international cataloguing code. Keywords: Bibliographic description. Bibliographic standardization. Cataloguing. Cataloguing codes. International cataloguing. History, 1. Introducción La teoría y la práctica de la catalogación está despertando un interés cre­ ciente en la comunidad de profesionales e investigadores de la Biblioteconomía. Sólo durante el pasado año se celebraron la International Conference Authority 122 Ignacio López Guillamón Scire. 10 : 1 (en.-jun. 2004) 121-144. Control: Definition and International Experiences en Florencia del 10 al 12 de febrero; el International Meeting of Experts on an International Cataloguing Code en Frankfurt del 28 al 30 de julio, auspiciado por la IFLA Cataloguing Section; y el International Seminar on Coopetarive Cataloguing & Authority Control en Hong-Kong el 15 de noviembre. En la misma línea, los resultados de búsquedas bibliográficas y de recursos documentales en bases de datos, LISA, o en Internet son cuantitativamente abrumadores con relación a los resultados ofrecidos hace sólo cinco años. El presente trabajo ofrece una muestra de la información encontrada en rela­ ción con el concepto de catalogación internacional, que en el presente constituye una expresión ampliamente aceptada y que, a poco que se haga una revisión de la historia de la catalogación, aparece como idea implícita en la aspiración de algunos de los códigos de catalogación del pasado siglo XX, pues constituían reglamentaciones supranacionales. El trabajo se articula en torno a algunas de las codificaciones que más relación guardan con la idea de emprender una cataloga­ ción internacional o sobre aquéllas que más incidencia han tenido en el conjunto de este tipo de normas. En algunos casos, los autores personales, las instituciones o eventos que las hayan impulsado serán objeto de un tratamiento breve, que pon­ ga de relieve su aportación en aras de lograr la catalogación internacional. En este proceso, España o lo hispano se muestra, en términos absolutos, en la penumbra de tal empresa. En cualquier caso existe y se hará constar. La presentación formal de los datos se hará siguiendo un esquema cronológico, determinado por las fechas de publicación de los códices catalográficos más relevantes. Para restar linealidad, la narración se modulará a partir de conceptos concatenados —o, simplemente, yuxtapuestos— en virtud de poseer un valor semejante. Se pretende con ello fijar los hitos y algunos matices de un fenómeno que, en el transcurso de doscientos años, se muestra, primero, como una tendencia; segundo, como un esfuerzo frus­ trado en múltiples ocasiones; y, por último, como una realización próxima. La idea para conseguir un código de catalogación internacional partió de un grupo de profesionales visionarios que fueron, de hecho, quienes impulsaron las asociaciones profesionales, convertidas en agentes patrocinadores de la moderni­ zación de la práctica del trabajo en la bibliotecas. El fin de alcanzar instrumentos catalográficos —de validez, primero, nacional, y, más tarde, universal— para el tratamiento y la gestión de los libros tiene que ver con que éstos, como el cono­ cimiento que contienen, carecen de fronteras. Si embargo, en todos los países, el trabajo del bibliotecario posee un carácter de tradición cultural propia. Este valor localista condiciona todas las actuaciones sobre bibliotecas, que se centran en la resolución de sus problemáticas más próximas y perentorias; y es la causa, también, de que se prolongue hasta los comienzos del siglo XXI la carrera hacia la consecución de un código de catalogación internacional. 123 Apuntes para una historia de la catalogación internacional en los siglos XIX y XX Scire. 10 : 1 (en.-jun. 2004) 121-144. 2. Los pioneros de las reglamentaciones nacionales Frente al desarrollo habido en la elaboración de catálogos, bibliografías e índices bibliográficos a partir del Renacimiento, los indicios del esfuerzo por hacer una descripción bibliográfica unívoca hay que rastrearlos en la publi­ cación de esos catálogos y bibliografías e índices y en la edición de obras de contenidos bibliotecológicos (Norris, 1939, p. 130-141). A partir de la difusión de la impresión de libros y de la generalización de ciertos valores culturales, religiosos y científicos en la Europa del siglo XVI, renace con fuerza el interés por formar bibliotecas y, consecuentemente, las ideas y teorías sobre su organi­ zación. Un caso paradigmático fue el de la Librería del Real Monasterio de El Escorial. A su promotor le presentaron distintos informes que son exponentes de una Biblioteconomía incipiente. En ellos no consta referencia alguna sobre los aspectos técnicos de la elaboración de sus catálogos de impresos y manuscritos, preparados por Arias Montano en 1577 (López, 2002a, p. 196-197). La conceptualización biblioteconómica se irá desarrollando paulatinamen­ te. Hitos en el camino son la obra de Justus Lipsius De bibliothecis sintagma, publicada en Amberes en 1602 (Nelles, 1996, p. 224-242) y deudora de las ideas renacentistas sobre bibliotecas; Advis pour dresser una bibliothèque, de Gabriel Naudé, la obra que más estudios y ediciones ha acaparado desde su publicación en 1627 y que posee ediciones de 1644, 1876, 1963 y 1990 (Revel, 1996, p. 243- 250); y, finalmente, de los años centrales del siglo XVIII, Dissertationes philolo­ gico-bibliographicae, obra de Oliver Legipont, publicada en 1747. De ésta última hay una versión en español, realizada en 1759, que se utilizó para organizar la Biblioteca de san Isidro en Madrid (Miguel, 1987, p. 427-448). Los progresos de la catalogación bibliográfica se aprecian de forma muy significativa en la evolución trazada por Dorothy M. Norris en los catálogos de la Bodleian Library. Destruidos los fondos bibliográficos de esta biblioteca en 1549, se inicia a partir de 1598 con el apoyo de Thomas Bodley una nueva andadura, en la que se incluye la publicación de varias ediciones del catálogo general de sus fondos en 1605, 1620, 1674, 1738, 1843, etc. A partir del de 1674 se muestra la necesidad de que los asientos bibliográficos estén bien diferenciados. Ello condu­ jo, a su vez, a que se elaborara en 1882 una reglamentación propia, que se reedita varias veces y que perdura hasta 1933 (Norris, 1939, p. 142-157). Louise N. Malclès indica que la práctica bibliográfica de los primeros tiem­ pos era la consecuencia del interés de los bibliógrafos por los autores y sus obras, y no tanto por el libro en sí mismo. Resalta que los catálogos anteceden a las bibliografías y coexisten con ellas, y que las técnicas de elaboración y utilización eran comunes. Unos y otras se diferencian por la organización de los asientos bibliográficos y comparten el hecho de que los datos gravitan en torno al título. 124 Ignacio López Guillamón Scire. 10 : 1 (en.-jun. 2004) 121-144. Esta misma autora indica cómo los primeros teóricos abordaron en sus obras aspectos como la historia de la imprenta, las reglas catalográficos, la conserva­ ción de los libros o las funciones de los bibliotecarios (Malclès, 1989, p. 9, 16). Al finalizar el siglo XVIII, la nacionalización de bienes llevada a cabo por la Revolución Francesa tendrá consecuencias importantes en la concreción escrita de la primera reglamentación catalográfica, Así, el 15 de diciembre de 1790 la Asamblea Francesa sanciona la Instruction concernant la conservation de manus­ crits, chartes, sceaux, livres imprimés…; y en mayo de 1791 ya estaba preparada para su distribución la Instruction pour procéder à la confection du catalogue de chacune des Bibliothèques sur lesquelles les Diréctoires ont dû ou doivent inces­ samment apposer les scellés, que fue redactada por Jean-Baptiste Massieu (García Ejarque, 1994, p. 89). Pronto — concretamente en 1796—, en cambio, se desechó esta propuesta debida al bibliotecario real Louis François Lefèvre d’Ormesson (Hopkins, 1992, p. 399 y ss.). Hubo otras iniciativas, entre las que deben citarse la de Urbain Dumergue, director del Bureau Bibliographique de Paris en 1793, uploads/Geographie/ 1483-1481-1-pb-ignacio.pdf

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