Holismo 1 Holismo El holismo (del griego ὅλος [hólos]: "todo", "entero", "total

Holismo 1 Holismo El holismo (del griego ὅλος [hólos]: "todo", "entero", "total") es una posición metodológica y epistemológica que postula que los sistemas (ya sean físicos, biológicos, sociales, económicos, mentales, lingüísticos, etc.) y sus propiedades, deben ser analizados en su conjunto y no a través de las partes que los componen, consideradas éstas separadamente. Es el sistema como un todo integrado y global el que en definitiva determina cómo se comportan las partes; mientras que un mero análisis de estas no puede explicar por completo el funcionamiento del todo. Esto es así porque el holismo considera que el "todo" es un sistema más complejo que una mera suma de sus elementos constituyentes o, en otras palabras, que su naturaleza como ente no es derivable de sus elementos constituyentes. En el campo científico, el reduccionismo es a menudo considerado el opuesto del holismo. El reduccionismo científico postula que un sistema complejo puede ser explicado mediante una simple reducción del mismo a las partes que lo componen. Por ejemplo, los procesos biológicos son reducibles a la química, y las leyes de la química son explicadas por la física. Desde una perspectiva holista, por el contrario, los sistemas funcionan como conjuntos y su funcionamiento no puede ser plenamente comprendido si sólo se tienen en cuenta sus partes componentes. En las ciencias sociales, en especial en la sociología, el opuesto al enfoque holista sería el individualismo metodológico. Un enfoque sociológico holista considera y analiza el comportamiento de los individuos como una consecuencia de la matriz social en la que se hallan insertos. Mientras que el individualismo metodológico privilegia, en su análisis, la interpretación subjetiva de los hechos sociales. En consecuencia, si bien en principio sigue siendo útil dividir un problema en partes más sencillas para así atacar y resolver cada una de ellas en forma separada e independiente, acatando lo que se sugiere a través de la locución latina «divide et impera», o sea «divide y reina», «divide y domina», «divide y gana», este enfoque o esta aproximación tiene sus límites, pues aplicándolo siempre habrá cosas que quedan afuera, sin explicar, sin comprender, sin solucionar, sin cuantificar, sin describir. Como adjetivo, holístico u holística significa una concepción basada en la integración total y global frente a un concepto o situación. El principio general del holismo fue resumido concisamente por Aristóteles en sus escritos sobre metafísica, o sea lo que está más allá de la física (libros que escribió precisamente después de los de física): «el todo es mayor que la suma de sus partes». Este concepto se puede definir como el tratamiento de un tema o de un problema de forma de considerar todos sus componentes a través de los cinco sentidos, incluyendo sus relaciones invisibles pero igualmente evidentes o existentes. Y esta aproximación se usa como una tercera vía o un nuevo enfoque a un determinado problema o cuestión. El holismo enfatiza la importancia del todo considerado en su globalidad, lo que es mayor que la suma de las partes (propiedad de sinergia), ya que da importancia a la interdependencia de éstas y a sus variadas interrelaciones. El holismo trata de presentarse directamente como un axioma para el nuevo planteamiento que se proponga resolver, y a veces no es expuesto como una hipótesis. Éste es su principal problema de validación, al tratarse de verificar si tiene y cumple las propiedades del método científico. Otros antecedentes Holismo (del griego antiguo holos que significa «la totalidad», «el entero») es un neologismo forjado en 1926 por un hombre de Estado sudafricano, Jan Christiaan Smuts, en su obra Holism and Evolution. Según este autor, holismo es: «la tendencia en la naturaleza y a través de la evolución creadora, a constituir sistemas (conjuntos) que en muchos aspectos son superiores y más complejos que la suma de sus partes».[1] El holismo por tanto se define globalmente por el pensamiento, tendiendo a explicar las partes y sus funcionamientos a partir del todo. De esta manera, el pensamiento holístico se encuentra en oposición al pensamiento individualista que tiende a explicar la globalidad (el todo) a partir de sus partes.[2] Holismo 2 Diferentes acepciones Actualmente se emplea «holismo» ya sea en sentido léxico, ya sea en el sentido tomado por el término en el marco de las diferentes disciplinas (holismo ontológico, holismo metodológico, holismo epistemológico, holismo lógico, holismo semántico, holismo filosófico, holismo de las ciencias humanas y sociales, holismo emergentista...), ya sea por abuso del lenguaje y como un sinónimo de aproximación sistemática o de pensamiento complejo y regular (como una «buzzword»). • Sentido léxico: doctrina o punto de vista que consiste en considerar los fenómenos como totalidades. • Holismo ontológico: sistema de pensamiento por el cual las características de un ser o de un conjunto solo pueden ser conocidas cuando se las considera y aprehende en conjunto, en su totalidad, y no cuando se estudia cada parte del mismo por separado. Así, un ser está enteramente o fuertemente determinado por el todo del que forma parte; es suficiente y necesario conocer ese todo para comprender todas las propiedades del elemento o de la entidad estudiada. Un sistema complejo se considera una entidad poseedora de características ligadas a su totalidad y de propiedades no deducibles de las de sus elementos. En este sentido, el holismo se opone al reduccionismo. • Holismo sociológico: el holismo aplicado a los sistemas humanos, por esencia complejos, explica los hechos sociales mediante otros hechos sociales, de los que los individuos no son más que vectores pasivos. Los componentes individuales están socialmente determinados: la sociedad ejerce una restricción (poder de coerción) sobre el individuo, que interioriza (o «naturaliza») las principales reglas y las respeta. El libre albedrío individual por tanto no se elimina totalmente, pero estadísticamente lo que un individuo elige no hacer otro lo hará, para un resultado social idéntico. Este punto de vista fue en parte iniciado por Émile Durkheim. En este sentido, el holismo se opone al individualismo o al individualismo metodológico. • Sentido general: el concepto de holismo a veces se utiliza como sinónimo de enfoque sistémico o de pensamiento complejo. Los términos holismo, holístico, holista intentan difundir una creencia en una totalidad que excede la experiencia humana limitada y pueden secundariamente servir de «buzzword» para intentar justificar posiciones poco apoyadas. Según Stephen Barrett: «los promotores del charlatanerismo son hábiles en el uso de eslóganes y de palabras a la moda».[3][4] Aproximación histórica Antigüedad El concepto tiene raíces antiguas,[5] como en la cosmogonía mitológica de los antiguos griegos, que hace surgir el orden del caos primordial. Los monistas (los milesios y los atomistas griegos, Demócrito, Epicuro) perciben el universo como una sola realidad fundamental, por lo que el mundo material y el mundo espiritual pueden estar ligados. Mientras que los dualistas ven una separación entre el mundo material y el mundo espiritual (Platón[6]·[7]). Siglo XX El holismo es un término nuevo introducido en los años 1920. La palabra designa en un inicio a las doctrinas también denominadas organicistas, intentando eludir a la vez el determinismo y el finalismo, o quizás intentando conciliarlos, insistiendo sobre el carácter específico del organismo, desprovisto de toda concepción interna. Para estos holistas, los cuerpos vivos son totalidades que no son susceptibles de análisis y que no se explican por una conjunción de sus partes; hay alguna cosa, según ellos, que ordena estas partes y que no es del orden de la causalidad eficiente. Para Aristóteles, es la forma, organizadora y conservadora del ser viviente (forma est qua ens est id quod est). Este principio de relación ha tenido otras denominaciones: entelequia, fuerza vital, principio director. Holismo 3 Al principio del siglo XX, los progresos de las ciencias físicas y bioquímicas así como la teoría darwiniana diseñan un mundo donde la frontera entre vivo e inanimado parece tener que desaparecer (contrariamente a lo que afirmaba Kant). Se desarrolla un movimiento cuyos miembros consideran la explicación mecanicista como universalmente válida, pero que aún están vinculados a la presencia de una causa final. Postulan la existencia de formas, de tipos de organización que tienden a autorealizarse, de potenciales que guían la evolución hacia una meta asignada (principio antrópico o punto Ω de Pierre Teilhard de Chardin). Jan Christiaan Smuts fut de ceux là. Ici, point de créationnisme, l'évolution est acceptée et se déroule au sein d'un champ holistique, force organisatrice, qui conduit l'atome vers la conscience. Jan Christiaan Smuts El holismo de J. C. Smuts es un punto de vista metafísico sobre la naturaleza última de la realidad. A partir de teorías científicas emergentes en 1926 (relatividad general, mecánica cuántica) y de preguntas que ellas dejan en suspenso, Smuts desarrolló una argumentación filosófica. En la oposición entre la necesidad o no de creer en la finalidad, el hombre tiende a atribuir a sus tesis especulativas la autoridad de la certitud que se liga a las proposiciones científicas. La amplitud del sujeto tratado en la obra de Smuts (desde el átomo hasta la conciencia) hace que él reemplace las pruebas y la ausencia de datos experimentales por un razonamiento que no está nunca uploads/Geographie/ holism-o.pdf

  • 16
  • 0
  • 0
Afficher les détails des licences
Licence et utilisation
Gratuit pour un usage personnel Attribution requise
Partager