Retorno al hogar y reconocimiento del otro en la filosofía de Martin Heidegger
Retorno al hogar y reconocimiento del otro en la filosofía de Martin Heidegger Back Home and the Recognition of the Other in Martin Heidegger’s Philosophy Alfredo Rocha de la Torre Acta fenomenológica latinoamericana. Volumen III (Actas del IV Coloquio Latinoamericano de Fenomenología) Círculo Latinoamericano de Fenomenología Lima, Pontificia Universidad Católica del Perú; Morelia (México), Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo 2009 - pp. 659-672 660 A partir de la lectura de la obra poética de Hölder- lin y Hebel, Heidegger aborda fenomenológica- mente la experiencia del reconocimiento de lo propio, originariamente ligada a la experiencia de la tierra natal (Heimat). Esta experiencia es posible, sin embargo, gracias a la nostalgia y al paso previo por lo extraño (das Fremde) que nos interpela. En este sentido, es el dolor por la tierra natal y el recono- cimiento de lo otro la condición de posibilidad del reconocimiento de lo propio. En este artículo, se pone como telón de fondo de todo el camino em- prendido por Heidegger el concepto de “presen- timiento” (Vorausahnung), que si bien no es tema- tizado directamente por Heidegger, sí es permitido por aquello que, detrás de lo dicho por su filosofar, permanece aún no dicho. From the reading of Hölderlin’s and Hebel’s poetic work, Heidegger approaches the experience of self-recognition phenomenologically, originally tied to the experience of the homeland (Heimat). Nev- ertheless, this experience is possible thanks to the nostalgia and previous experience of the alien (das Fremde) that questions us. In this sense, the condi- tion of possibility of self-recognition is the aching for the homeland and the recognition of the other. According to this paper, the background of Hei- degger’s whole enterprise is the concept of “pre- monition” (Vorausahnung) that although it is not di- rectly dealt with by Heidegger, is allowed by what remains unsaid behind what is said by his philoso- phizing. 661 La crítica al primado de la subjetividad tiene como punto culminante, en la filosofía de Heidegger, la apología del arraigo (Bodenständigkeit) a la tierra natal (Heimat)1. Frente al encapsulamiento del hombre en la vivencia de su propio yo, Heidegger concibe la es- tructura originaria de la existencia humana en términos de “ser-en-el-mundo-con”. Este planteamiento permanece en lo fundamental intacto en su filosofía posterior, transfor- mado e implícito en la experiencia del arraigo, que remite explícitamente a la tierra y a la lengua natal2, e implícitamente al concepto de cultura en su sentido originario3. 1 Esto es claro si no se pasa por alto que tierra natal remite directamente al modo particular como un pueblo corresponde a la interpelación del ser en el marco del despliegue apropiador del Ereignis. Esta forma de respon- der está fundada en las propias particularidades histórico-destinales de los pueblos, es decir, en su arrojamien- to anclado en la estructura extática del tiempo. 2 Cfr. Heidegger, M., “Hebel – Der Hausfreund”, en: GA 13, Aus der Erfahrung des Denkens, pp. 133-150 (la sigla GA corresponde, con indicación de volumen, título y página, a Heidegger, M., Gesamtausgabe, Frankfurt a.M.: Vittorio Klostermann, de 1978 en adelante). Cfr., también, Heidegger, M., “Johann Peter Hebel”, en: GA 16, Reden und andere Zeugnisse eines Lebensweges, pp. 491-515. 3 Cfr. Ritter, J. y K. Gründer, Historisches Wörterbuch der Philosophie, Darmstadt: Wissenschaftliche Buchgesellschaft, 1995, tomo 8, p. 1309. Es sabido que Heidegger no abordó en detalle el concepto de cultura en su sentido fi- losófico. Podemos observar en su obra, sin embargo, tres perspectivas de diverso nivel en torno a este concep- to. En el nivel explícito encontramos la crítica de Heidegger a la cultura como producto de la subjetividad hu- mana. En este sentido, la cultura es concebida como el conjunto de valores que determina la especificidad del hombre en comparación con el animal y, de manera especial, la diferencia entre grupos de seres humanos. Como telón de fondo de esta crítica se encuentra la concepción heideggeriana de la constitución moderna del mundo como imagen y del hombre como sujeto de la representación (cfr. Heidegger, M., “Die Zeit des Weltbildes”, en: GA 5, Holzwege, p. 101). La música, la poesía, la pintura, etc. son consideradas como fenómenos culturales o simples expresiones del espíritu de una cultura (cfr. Heidegger, M., “Hölderlin und das Wesen der Dichtung” y “ Andenken”, en: GA 4, Erläuterungen zu Hölderlins Dichtung, p. 42 y p. 89; “Das Wort. Die Bedeutung der Wörter”, en: Papenfuss, D. y O. Pöggeler [eds.], Zur philosophischen Aktualität Heideggers, Frankfurt a.M.: Vittorio Klostermann, 1992, vol. 3, p. 16). Así considerada, es la cultura uno de los cinco fenómenos fundamentales de la Modernidad (cfr. Heidegger, M., “Die Zeit des Weltbildes”, en: GA 5, Holzwege, p. 75). En el nivel implícito podemos observar el concepto de cultura en la filosofía de Heidegger en aquello que subyace a algunos conceptos fundamentales de 662 Alfredo Rocha de la Torre Más allá de la subjetividad no significa, sin embargo, tal como puede darlo a enten- der una falsa aproximación a la perspectiva heideggeriana del arraigo, la caída en otro tipo de encapsulamiento, quizás aun más peligroso: el yo colectivo del nosotros ex- cluyente4. Heidegger logra superar tanto el enclaustramiento en el “yo” como el en- capsulamiento en el “nosotros”, y en tal sentido la malformación del significado de lo propio (das Eigene), a través del concepto de apertura de mundo (Welterschließung) in- herente a la experiencia de la apropiación de un mundo (Weltaneignung), que es a lo que conduce finalmente la experiencia del arraigo en lo propio5. Tomado literalmente, “arraigo” significa en alemán “permanencia en el piso” (Bodenständigkeit). Este signifi- cado es, sin embargo, engañoso; puede dar a entender precisamente aquello que Heidegger no desea decir, ya que concebido simplemente como “am Boden stehend” y aun como “fest verwurzelt” resalta el carácter estático de lo que permanece rígidamen- te atado a un lugar6. Contrariamente a este significado literal, Heidegger concibe el arraigo a partir de la experiencia de lo extraño y, en este sentido, del desarraigo y del distanciamiento del propio lugar geográfico de origen. En este punto se encuentran –así lo permite afirmar una lectura cuidadosa de Heidegger– la poesía dialectal de Johann Peter Hebel y la poesía de Friedrich Hölder- lin, en las que “lo propio” es impensable sin el paso por la experiencia de “lo otro”, de aquello que uno mismo no es. Tanto en Hebel como en Hölderlin lo propio no es, sin embargo, un estado que precede al conocimiento de lo extraño, sino el encuentro consigo mismo “en” y “a través” de la experiencia de lo otro. Ésta es la razón por la cual no es adecuado hacer referencia a la “apropiación de un mundo” sin referir simultá- neamente a nuestra apertura ante el mundo y ante los “otros mundos”: no es posible pensar el arraigo en lo propio pasando por alto la experiencia del reconocimiento de su obra posterior, tales como tierra natal, dialecto, lengua materna, “un mundo”, lo propio, el aquí y ahora del mundo, etc. En este sentido, “cultura” señala la experiencia originaria compartida del hombre en el mundo en que ha sido arrojado en medio de la historia acontecida del ser. “Cultura” remite, en consecuencia, al modo propio y particular en que el hombre corresponde a la interpelación del ser y al hablar del lenguaje desde la experiencia de su “propio mundo” en el contexto de su apertura constitutiva al mundo. Ya no se trata de una representa- ción de la cultura, sino de la experiencia originaria del hombre con su “propio mundo”. Es un entramado de re- laciones que constituye un cierto “temple de ánimo” mundano-cultural: mundo-cultura. Esta perspectiva im- plícita coincide con la concepción de la cultura inherente al uso de este concepto cuando Heidegger lo pone entre comillas al referirse, por ejemplo, a la “cultura francesa” y a la “cultura alemana” (cfr. Heidegger, M., “Wege zur Aussprache”, en: GA 13, Aus der Erfahrung des Denkens, p. 20; “ Andenken”, en: GA 4, Erläuterungen zu Hölderlins Dichtung, p. 89). 4 En referencia a este peligro, Heidegger afirma: “Lo propio no consiste, por consiguiente, en un dispositivo encapsulado para sí, que solamente podría ser cultivado encerrado en sí. Lo propio está precisamente en cada caso relacionado con un otro (...)” (Heidegger, M., GA 52, Hölderlins Hymne “Andenken”, p. 131). Cfr. Vetsch, F ., Martin Heideggers Angang der interkulturellen Auseinandersetzung, Würzburg: Königshausen und Neumann, 1992, p. 69. 5 Cfr., al respecto, Rocha de la Torre, A., “El lenguaje como apertura y ‘apropiación de mundo’ en la filosofía de Martin Heidegger”, en: Escritos de Filosofía, vol. 45 (2005), pp. 201-230. 6 Cfr. Prosdowski, G., P . Grebe y otros (eds.), Das Herkunftswörterbuch. Die Etymologie der deutschen Sprache, Mannheim: Bibliographisches Institut, 1963, p. 75. 663 Retorno al hogar y reconocimiento del otro en la filosofía de Martin Heidegger § 1. otras tierras y otros mundos propios. Hebel canta a la tierra natal desde la nostalgia (Heimweh) que surge en tierras lejanas. Éste es su modo de estar arraigado y a la vez la expresión de su retorno a casa7. Hölderlin, por su uploads/Philosophie/ heidegger-retorno-al-hogar-pdf.pdf
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- Publié le Mar 19, 2022
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