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Pierre Cabanne C o n v e r s a c i o n e s c o n M a r c e l D u c h a m p 1 Pierre Cabanne Conversaciones con Marcel Duchamp EDITORIAL ANAGRAMA BARCELONA Título de la edición original: Entretiens avec Marcel Duchamp © Éditions Pierre Belfond París, 1967 Traducción: Jordi Marfá Portada: Argente y Mumbrú Reproducción de “Obligation pour la roulette de Monte Carlo”, ready-made imitado, rectificado, 1924 © EDITORIAL ANAGRAMA Calle de la Cruz, 44 Barcelona -17 Depósito Legal: B. 14622- 1972 Gráficas DIAMANTE, Zamora, 83 – Barcelona Pierre Cabanne C o n v e r s a c i o n e s c o n M a r c e l D u c h a m p 2 Las ilustraciones de esta edición digital no corresponden al libro original, se añaden con afán divulgativo y se han tomado de las siguientes Webs con imágenes de las obras de Duchamps: http://www.marcelduchamp.net/ http://www.philamuseum.org/collections/results.html?searchTxt=&bSuggest=1&searchNameID =15513 http://zumbazone.com/duchamp/peintures.html http://toutfait.com/rotoreliefs/roto.htm http://www.chess-theory.com/ctcprd03001_pratique_echecs_reflexions_debats_arts.php http://www.centrepompidou.fr/education/ressources/ENS-Duchamp/ENS-duchamp.htm#image1 El ajedrez en el arte: http://www.jmrw.com/Chess/Tableau_echecs/index.htm Pierre Cabanne Joëlle Brack 30 janvier 2007 Pierre Cabanne, critique et historien de l’art, est décédé le 24 janvier 2007 à l’âge de 85 ans, laissant une œuvre riche aussi bien de références que de polémiques. Célèbre auprès des spécialistes pour son monumental Siècle de Picasso [4 volumes, Gallimard, 1992] et son remarquable Dictionnaire des petits maîtres, 1820-1920 [L’Amateur, 2003], aimé du public pour des ouvrages solides et sans esbroufe, comme son Guide des musées de France [Larousse, 1997] ou ses nombreuses monographies illustrées chez Terrail, Pierre Cabanne a traversé le XXe siècle artistique l’œil et le cœur bien ouverts. À la chaleur de ses origines - il naquit à Carcassonne en 1921 – se mêlait la rigueur d’un véritable chercheur ; à l’historien synthétisant une Histoire de l’art du Moyen-Âge [Larousse, 2006] se superposaient un critique et enseignant aux Arts décoratifs en contact direct avec la création active. Passionné mais irréductiblement sceptique, il n’a cessé de remettre l’art, ancien ou contemporain, dans ses véritables perspectives à travers une abondance salutaire d’articles et d’ouvrages. L’un des plus étonnants restera sans doute La chambre de Joe Bousquet [André Dimanche, 2005], essai presque onirique que Cabanne consacra au poète paralysé, reclus dans sa maison de Carcassonne où il accumula dans les années 1920 à 1950 une éphémère collection de tableaux surréalistes dont l’historien de l’art tente la reconstitution. Le bâton dans la fourmillière De son passé de journaliste, à Combat entre autres, Pierre Cabanne avait gardé un goût un peu provocateur de la remise en question des trop confortables clichés de l’art et de son milieu, comme en témoignent non seulement des monographies allègrement alternées de Rubens [Somogy, 1966] et de Rohner [L’Amateur, 1989], de Van Gogh [Somogy, 1961] et de Garouste [Expressions contemporaines, 2000], mais aussi certaines charges sans ménagement qui firent grincer dents et plumes. Ainsi en fut-il des Souvenirs de Marcel Duchamp, entretiens [Somogy, 1995], interview- choc d’un artiste au bout de sa route mais toujours fauteur de scandale, ou de Mer…de aux critiques: les tribulations de la critique d’art d’Emile Zola à Pierre Ménard [Quai Voltaire, 1993], et de quelques articles fustigeant les baudruches de l’art contemporain - d’autant plus agaçants qu’ils bénéficiaient de la même précision de scalpel que ses ouvrages les plus classiques… Nul doute que l’on retrouvera intactes, dans quelques semaines, la patte et la verve de Pierre Cabanne dans son essai, désormais posthume, radiographiant du XVe au XXIe siècle la sociologie et l’esthétique du Scandale dans l’art [La Différence, 15 mars 2007]. Pierre Cabanne C o n v e r s a c i o n e s c o n M a r c e l D u c h a m p 3 «Una vida absolutamente maravillosa» Marcel Duchamp, enjoying a chess set designed and presented to him by fellow artist, Max Erst Pierre Cabanne C o n v e r s a c i o n e s c o n M a r c e l D u c h a m p 4 Estas entrevistas con Marcel Duchamp se llevaron a cabo en su taller de Neuilly en el que reside, con su esposa, durante los seis meses que permanece en Francia cada año. Ésta es la primera vez que el más fascinante y desconcertante inventor del arte contemporáneo aceptaba explicarse a sí mismo y explicar sus actos, sus reacciones, sus sentimientos, sus opiniones, de forma tan profunda y extensa. Antes había concedido entrevistas a J. J. Sweeney en 1946 y 19561 y a Richard Hamilton, en 1961, en la B. B. C. Hay pocos libros sobre Duchamp y, por lo general, estos libros dan de sus diversas obras —que él rama indiferentemente «cosas»— distintas interpretaciones. También son diferentes las actitudes que se le han atribuido, su comportamiento cuando decidió abandonar la pintura posteriormente, todo tipo de actividad plástica. Era necesario por tanto que Duchamp diera personalmente las razones de su forma de vivir. Y lo hace con esa serenidad que nunca le ha abandonado y que da a sus respuestas una indiscutible grandeza. En ellas se percibe al hombre no sólo despreocupado sino también «preservado». A través de sus actos de creador Marcel Duchamp no ha querido imponer un nuevo lenguaje revolucionario sino proponer una actitud del espíritu; por ello estas entrevistas constituyen una sorprendente lección de moral. Este hijo de notario normando, hermano de Jacques Villon, el pintor, y de Raymond Duchamp-Villon, el escultor, tan pro- fundamente «francés», ha sido, efectivamente, uno de los espíritus más sorprendentes de este tiempo que, en arte, y durante este medio siglo, ha conocido a más artistas plásticos que moralistas. Después de dar a conocer la pintura viva a todo un continente, América, se dio a conocer a sí mismo, a su vez, la libertad. Todas sus realizaciones, siguiendo su cronología, describen la progresiva liberación de un hombre en relación a su familia, a su medio, a su época, a la realidad, al arte de su tiempo, a sus normas y a sus medios tradicionales. ¿Por qué? Duchamp responde humorísticamente: «Desde que los generales ya no mueren a caballo, los pintores no están obligados a morir en su caballete». A partir del Nu descendant l'escalier cuya exposición en el Show de Nueva York, en 1913, tuvo un considerable éxito, Duchamp se aleja de los medios externos de la pintura para considerar únicamente su significado, al margen no sólo de su representación, de la que ya se había liberado, sino, primordialmente, de su contenido. Duchamp intentó acercarse a la realidad del objeto creado con su propia identidad plástica en su absoluto de lo objetivo y, al desear mostrar, por ejemplo, el paso de la virgen a la mujer casada, prescindió del movimiento y del símbolo, contentándose con «representar» la idea y la forma en el espacio mediante la geometría y las matemáticas, como si construyera una máquina capaz de llevar a cabo esa operación. Al llegar, a base de «reducciones», al punto en el cual la creación ya no podía ser considerada como un producto estético sino como una «cosa» total-mente liberada, Duchamp se encerró en una inacción casi total. Él es uno de esos escasos hombres a los que se puede oír decir, sin sorpresa o extrañeza: «No hago nada». Henri- Pierre Roché decía que «su mejor obra es la utilización de su tiempo». Y Marcel Duchamp replica: «Tal vez. Pero, a fin de cuentas, ¿qué significa eso, en el fondo, y qué es lo que quedará de ello?» Toda su existencia ha estado jalonada por esos «por qué» y esos «cómo» siempre resueltos inteligentemente con un «tal vez» o un «para qué». «Tengo una vida absolutamente maravillosa». Marcel Duchamp ha convertido esa vida en un desafío reposado, sereno, despreocupado, frente a todo lo que limita, todo lo que encarcela, todo lo que pesa, frente a todo lo que IMPORTA. A partir de él se inicia la revisión absoluta, necesaria, no sólo del contenido y del significado del objeto, sino también del comportamiento del creador con respecto a ese objeto; esto es lo que han comprendido actualmente aquellos a los que se denomina neorrealistas o los objetivistas. El ready- made de Duchamp ha adquirido, después de haber sido considerado durante varios años como una simpática chifladura, un considerable alcance: la deliberada elección del artista modifica el primer destino del objeto, le asigna una vocación expresiva totalmente imprevista. Medio siglo después de la Roue de Bicyclette y la Fontaine-urinoir su gesto antiarte se impregna de un nuevo carácter 1 Declaraciones de Marcel Duchamp en el “Museum of Modern Art Bulletin”, XIII n.o 4-5. “Eleven Europeans in America”, entrevistas de J. J. Sweeney. Entrevista de M. D. hecha por J. J. S. en el Museo de Filadelfia para la televisión americana. Pierre Cabanne C o n v e r s a c i o n e s c o n M a r c e l D u c h a m p 5 positivo en el que uploads/Geographie/ pierre-cabanne-conversaciones-con-marcel-duchamp 2 .pdf

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