http://dx.doi.org/10.1590/01031813762001420200724 Dossiê * Universidade de Vigo

http://dx.doi.org/10.1590/01031813762001420200724 Dossiê * Universidade de Vigo, Espanha. jyuste@uvigo.es Orcid: https://orcid.org/0000-0002-2102-3901 TRADUCIR LA IDENTIDAD COMO MANTEQUILLA: EL FRANCÉS BEUR TRADUZIR A IDENTIDADE FEITO MANTEIGA: O FRANCÊS BEUR José Yuste Frías* «Mal nommer les choses, jugeait Camus, c›est ajouter au malheur du monde. Ne pas nommer les choses, c’est nier notre humanité.» Eric Fottorino, Suite à un accident grave de voyageur (2013). RESUMEN La palabra francesa arabe («árabe») está en el origen del término francés beur que se creó en verlan para designar a las personas nacidas en Francia cuyos padres o abuelos fueron inmigrantes provenientes del Magreb. Tras una breve descripción sobre cómo se formó dicho término en francés durante la década de los ochenta del siglo pasado, este artículo, primero, se plantea por qué el femenino del mismo es beurette y no beure para luego exponer cómo se han realizado unos muy determinados tipos de traducción de la identidad del Otro en otro tiempo colonizado. Que beur sea el perfecto homófono de beurre (mantequilla) en francés conlleva una serie de consecuencias simbólicas que se resumen en la nula voluntad política del Estado francés de traducir, adecuada y correctamente, todas las pertenencias de la identidad mestiza de las personas nacidas en Francia con orígenes magrebíes, en aras de una supuesta «integración» republicana francesa. Se han creado, en verlan, en el uso popular de la lengua francesa, dos neologismos (beur y beurette) que, dada su dificultad de traducción, han sido exportados a otras lenguas como préstamos léxicos pero su correcta interpretación en las mismas deja mucho que desear. Hacia el final del artículo se presenta una reflexión crítica, a modo de conclusión, sobre los términos beur y beurette como «intraducibles» en el sentido apuntado por Barbara Cassin y se propone cómo poder resolver la aparente contradicción de traducir «lo intraducible» cuando quien traduce e interpreta sabe situarse «entre» lenguas y culturas, gracias a la noción de paratraducción. Palabras clave: identidad; paratraducción; transculturalidad; mestizaje; beur; beurette. RESUMO A palavra francesa arabe («árabe») está na origem do termo francês beur que foi criado em verlan para designar as pessoas nascidas na França cujos pais ou avós eram imigrantes vindos do Magrebe. Depois de uma breve descrição sobre como esse termo foi formado dentro da língua francesa durante a década de oitenta do século passado, este artigo começará questionando a razão de a forma feminina ser beurette e não beure. Na sequência, apresentaremos Dossiê Yuste Frías 1032 Trab. Ling. Aplic., Campinas, n(59.2): 1031-1046, mai./ago. 2020 como alguns tipos muito específicos de tradução da identidade do Outro foram realizadas em outros tempos colonizados. O fato de beur ser um homófono perfeito de beurre (manteiga) em francês acarreta uma série de consequências simbólicas que se resumem na nula vontade política do governo francês de traduzir, adequada e corretamente, todos os pertencimentos da identidade mestiça das pessoas nascidas na França com origens magrebinas, em prol de uma suposta “integração” republicana francesa. Assim, no uso coloquial da língua francesa, foram criados, em verlan, dois neologismos (beur e beurette) que, dada a sua dificuldade de tradução, foram exportados para outras línguas como empréstimos lexicais, mas a correta interpretação desses termos deixa muito a desejar. No final do artigo, apresentamos uma reflexão crítica, a título de conclusão, sobre os termos beur e beurette como «intraduzíveis» no sentido apontado por Barbara Cassin, propondo como podemos resolver a aparente contradição de traduzir «o intraduzível» quando quem traduz e interpreta sabe situar-se «entre» línguas e culturas, graças à noção de paratradução. Palavras-chave: identidade; paratradução; transculturalidade; mestiçagem; beur, beurette. 1. ¿DICCIONARIOS PARA-TRADUCIR LA REALIDAD? Desde que el término «familiar» beur apareció en el famoso diccionario Le Petit Robert, por primera vez en la edición de 1985, esto es lo que podemos leer, textualmente, en la definición que aparece en su edición en papel de 1994: Jeune Magrhébin né en France de parents immigrés («Joven magrebí nacido en Francia de padres “inmigrados”»). Si el joven beur ha nacido en Francia ¿por qué decir que es magrebí… acaso es que no se le considera «francés» por ser hijo de quien es?; ¿por qué no haber redactado algo así: Jeune né en France de parents maghrébins immigrés «Joven nacido en Francia de padres magrebíes “inmigrados”»?. Que el considerado como el «laboratorio del uso real de la lengua francesa» hubiese ofrecido en los años noventa del pasado siglo esa definición del sustantivo y adjetivo masculino beur insistiendo en una sola de las pertenencias de la identidad de la persona –la «magrebí»– hacía que lo que se supone es la obra de consulta de referencia de todo traductor-intérprete que trabaja con el francés, dejase de ser una ayuda para-traducir la identidad de los hijos (y las hijas) de todas aquellas personas migrantes que, provenientes del norte de África, se habían instalado en Francia desde hace décadas. Si los «jóvenes» beurs habían nacido en Francia, todos tenían (y siguen teniendo), además de una(s) pertenencia(s) propia(s) del seno familiar en el que fueron criados, la nacionalidad francesa como cualquier otra persona nacida en Francia, ni más ni menos. ¿Por qué no decir que el beur es también francés? Desgraciadamente, en la Europa de la no traducción del Otro donde, una y otra vez, se reduce y limita la identidad del migrante (y del hijo del migrante) a una sola y única de sus pertenencias (YUSTE FRÍAS, 2017: en red) eso de que alguien pueda ser «francés» a pesar de sus orígenes no está tan claro. Parece que en Francia haya que elegir siempre entre una dualidad Traducir la identidad como mantequilla... Dossiê Trab. Ling. Aplic., Campinas, n(59.2): 1031-1046, mai./ago. 2020 1033 permanente: en este caso, o se es magrebí o se es francés. Ya hemos comentado en varios artículos de nuestro Blog de Investigación francófono, Sur les seuils du traduire1, cómo la ausencia del paradigma de la traducción en la gestión de la diversidad cultural ha impedido el mestizaje de culturas y, por consiguiente, la posibilidad de que la población entienda que se puede ser, en Francia, 100% magrebí y 100% francés. El modelo intercultural de integración republicana francés (YUSTE FRÍAS, 2018a) ha querido pasar al beur por el pasapuré de las políticas de migración para que los orígenes del «Joven magrebí» pasasen desapercibidos en el espacio público y todo el mundo lo viera como un francés más en la política de migración de la crema de verduras (YUSTE FRÍAS, 2016) practicada durante décadas en Francia. Se ha llegado a formar incluso la palabra beurgeoisie para designar a los beurs que, con su alto estatus social y económico, se han integrado tan bien en el sistema que forman parte de su élite. Otro detalle que, como Traductor-Intérprete Francés-Español-Francés, me llama poderosamente la atención de la definición del diccionario Le Petit Robert es por qué beur sólo es aplicable a la población juvenil. ¿Acaso no ha habido, hay y seguirá habiendo adultos y ancianos beur en Francia? La actual edición electrónica de Le Petit Robert parece responder al dar hoy esta definición en red del término beur: Personne née en France de parents immigrés maghrébins («Persona nacida en Francia de padres “inmigrados” magrebíes»). Y cuando parece que la cosa va arreglándose en la era digital, a uno se le ocurre consultar el diccionario Larousse en internet para redactar este artículo y se encuentra esta definición en la que la edad de la persona beur parece seguir siendo importante a la hora de definir el término: Jeune d’origine maghrébine né en France de parents immigrés («Joven de origen magrebí nacido en Francia de padres “inmigrados”»). [le mot « beur »] se charge en outre de connotations positives telles que jeunesse, dynamisme, ouverture. Ainsi il ne désigne plus seulement un groupe mais un état d›esprit, une manière d›être ensemble et de vouloir vivre avec, autrement dit une prise de conscience identitaire (ces jeunes sont fiers de leurs origines) et une volonté d’insertion (ils demandent à être reconnus comme égaux et comme frères). (DESPLANQUES, 1997, p. 240) En el diccionario Larousse, vuelve el «Joven» y se insiste en designar, cuando no connotar, el origen «magrebí» de la identidad de la persona a la que se llama beur, esta vez, desde el principio de la propia definición y no al final como lo hace el diccionario Le Petit Robert. 1. https://seuils.hypotheses.org/ Dossiê Yuste Frías 1034 Trab. Ling. Aplic., Campinas, n(59.2): 1031-1046, mai./ago. 2020 Le mot beur illustre de manière remarquable les analyses du phénomène de l’ethnicité, le travail de redéfinition identitaire, le bricolage identitaire des jeunes migrants. Il faudrait une autre étude pour interroger le vocabulaire des sociétés de départ désignant les jeunes issus des migrations […] Le mot beur a accompagné la trajectoire de la pluriculturalité. Après avoir été connoté de manière positive dans une partie des milieux de gauche, sa vogue et son emploi ont décliné dès la fin des années 1980. Il faut relever que cette vogue du mélange, de toutes les couleurs, a été vigoureusement critiquée par ceux qui se réfèrent au modèle assimilationniste, à l’intégration à la française, qui s’inquiètent du risque uploads/Litterature/ descarga.pdf

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